Fugaz y Eterno es el primer capítulo de la trilogía Prisma. Es un disco intenso y visceral. Con diez canciones, explora el lado más oscuro y caótico de la experiencia: la fugacidad de los vínculos, la contradicción de los sentimientos, la depresión, la pérdida y la memoria. La pieza central es Multicolor, canción-manifiesto que declara que todos somos seres multicolores, hechos de emociones que conviven y se entrelazan. A partir de ahí, el disco recorre espirales mentales, amores contradictorios, noches de insomnio, despedidas y recuerdos tejidos en los hilos del tiempo.